Como ya sabemos la mayoría de las personas, la pasta no se acaba en los clásicos espaguetis o macarrones, hay mucho más después de esto. Pero para comer una buena pasta tampoco es necesario ir a la búsqueda de un restaurante italiano.
Prueba a hacer en casa tu propia pasta fresca y atrévete a experimentar con las múltiples variedades: raviolis, lasañas, tortellinis, fettuccini, maltagliatti, farfalle, conghiglie, etc., acompañadas de las salsas que más le gusten. Ya verás lo fácil que resulta prepararla y lo deliciosa que te puede quedar.
Hoy te dejo la receta de la pasta básica para que puedas ir experimentando, empieza por hacer lo más sencillo y ya irás abanzando, verás que se prepara rápido y cada vez te gustará más, porque cuando empiezas se convierte en un vicio.
Lo importante es que partas de la base de que por cada 100 g de harina, necesitas 1 huevo. A partir de ahí, todo es muy sencillo.
Tambien te puede interesar: ¿Conoces la mejor manera de hervir pasta?
Puedes seguirme en Instagram @cocinarydisfrutar
Pasta fresca receta básica y fácil
Ingredientes
- 4 huevos
- 400 g de harina
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 1 pellizco de sal
Elaboración paso a paso
- Pon en un cuenco la harina, haz un hueco en medio y casca en el los cuatro huevos, añade un poquito de sal, como media cucharadita y por último el aceite.
- Ves mezclando con una espátula hasta que todos los ingredientes estén integrados.
- Después, deposita la masa en una superficie enharinada, pero con poca harina y amasa con las manos, el resultado ha de ser una masa omogénea y con una textura elástica y no se debe pegar a las manos.
- Haz una bola y dejar reposar en la nevera, tapada con un paño o film transparente, durante 1 hora.
- Pasado ese tiempo, saca la masa de la nevera. Si vas a trabajar la masa a mano, enharinar ligeramente la mesa y el rodillo.
- Forma bolas de masa del tamaño de unos 50 a 70 g, y estirarlas bien con el rodillo hasta formar láminas finas. El amasado a mano es adecuado para hacer grandes láminas de pasta para lasañas o canelones.
- Para otro tipo de pastas, es preferible utilizar una máquina de pasta. Enharina los rodillos y ajusta la posición de máxima separación.
- Pasa por la máquina bolas de masa de unos 50 g cada una. Vuelve a pasar la masa repetidas veces, con los rodillos cada vez más cerrados (normalmente hasta la última o penúltima posición), hasta que queden láminas muy finas del grosor deseado.
- Corta las láminas de pasta según el tamaño y forma que desees. Utiliza para ello un cuchillo afilado, moldes o cortapastas. Si empleas una máquina de pasta, ésta lleva incorporados algunos accesorios para cortar.
- Una vez la pasta esté lista, la has de dejar secar.
- Para ello, pon las láminas en un cuenco grande, enharina y tapa con un paño. Otra forma de secar la pasta es “tenderla” como si se tratase de ropa: colgarla en un soporte especial para secar pasta.
- Si no dispones del mismo, la puedes tender en la rejilla del horno (con la puerta abierta y la rejilla hacia fuera).
- Cuece la pasta fresca en agua hirviendo durante 2 ó 3 minutos, según tu gusto, y sirvela con tu salsa favorita.
- Si no la vas a consumir al momento, guarda la pasta, tapada o cubierta con film transparente, en la nevera hasta el momento de utilizarla.